Paroniquia aguda: es una inflamación que generalmente es
infecciosa y con pus, aparece tras la destrucción de la cutícula, se asocia también
con el hábito de chuparse los dedos, manicura inapropiada y arrancar agresivamente
las uñas postizas. Esta alteración puede ser tratada sumergiendo la uña
afectada en agua caliente, repitiendo este proceso 2 a 4 veces diarias durante
15 minutos. En la mayoría de los casos, la paroniquia aguda se alivia en 5 a 10
días, si no mejora la condición es recomendable asistir a un médico para
recetar antibióticos.
Padrastro: pedazo de piel que se levanta de la carne inmediata
de las uñas de las manos, causa dolor y molestia, a veces se infecta. Estos pedazos
de piel no se deben arrancar ni morderlos, ya que esto puede hacer que la piel
se desangre. Hay que quitarlos con cuidado, con unas tijeras adecuadas.
Para que se curen se pueden aplicar lociones desinfectantes locales
dos o tres veces al día después de haber lavado bien la zona.
Onicocriptosis: comúnmente llamada uña encarnada que ataca
por lo general el dedo gordo, la condición también puede darse en una uña de la
mano. Produce enrojecimiento e inflamación a lo largo del borde de la uña, supuración
de color blanco o amarillo y dolor también sensibilidad en el dedo (del pie o
de la mano). Esto sucede por llevar zapatos ajustados o estrechos, practicar
deporte, repetidas lesiones en el pie, dedos del pie largos, mal higiene de los
pies, padecer diabetes o un crecimiento anormal de la uña. El tratamiento depende
de la etapa en que se detecta el problema, se recomienda remojar el pie en agua
tibia, pueden necesitarse antibióticos, bajo supervisión médica y a veces es
necesario quitar parte o la totalidad de la uña con un tratamiento quirúrgico.